Numerosas lesiones vasculares pueden ser tratadas con seguridad y efectividad mediante el empleo de sistemas láser. Las lesiones más superficiales, con vasos de menor calibre  responden mejor a láseres con longitudes de onda entre 500-600 nm. y pulsos cortos (laser de colorante pulsado), mientras que las situadas a mayor profundidad con vasos de mayor calibre y mayor flujo deberán ser tratados con mayores longitudes de onda y fluencias altas con pulsos largos (laser de neodimio-yag).

Las patologías que se pueden tratar son fundamentalmente:

HEMANGIOMAS

Son tumores benignos vasculares perinatales localizados preferentemente en la cabeza o el cuello. 75%-100%  involuciona espontáneamente quedando en ocasiones como secuelas alteraciones en la pigmentación, telangiectasias, atrofias o cicatrices. No se suele usar salvo en el tratamiento de las complicaciones como la ulceración.

MANCHA EN VINO DE OPORTO

Está formada por capilares dilatados localizados en la dermis superficial. El láser de colorante pulsado  ha demostrado ser el más eficaz en su tratamiento. Se requieren múltiples sesiones para conseguir un aclaramiento significativo. La respuesta es variable en función de la edad de inicio del tratamiento  y de la localización (más efectivo en cara y algo menos en cuello, los peores resultados se obtienen en el tronco y las extremidades).

TELANGIECTASIAS FACIALES

Relacionadas en su aparición con cierta predisposición genética, exposición solar crónica y traumatismos locales. Los  resultados más rápidos se producen con el láser de colorante pulsado de 595 nm. con mínimos efectos secundarios en una o dos sesiones.   Las localizadas en aletas nasales son de mayor flujo y calibre  por lo que son más resistentes al tratamiento. En estos casos se suelen combinar los láseres de Neodimio-Yag y laser de colorante pulsado.

Puede ser tratada utilizando el láser de colorante pulsado y la luz pulsada intensa. Requiere múltiples sesiones.